Book Day!!
I dont like to have purely bilingual posts apart from poetry translations, but Book Day is special. Scroll down for the English version of this entry.
Mi madre siempre ha celebrado el día del libro como si fuera Navidad o el cumpleaños de un miembro honorario de la familia (la biblioteca, claro). Tengo recuerdos borrosos de Días del Libro cuando yo era muy, muy chica. Como mi madre salía del trabajo un par de horas antes de que mi hermano y yo saliéramos del colegio, iba al centro, compraba libros para ella y para nosotros, y al llegar a casa a comer era como una mañana de Reyes. Mis padres no nos hacían regalos fuera de ocasiones señaladas, y mi cumpleaños es casi en Navidad, así que esos libros eran aún más especiales por lo extraordinario de la ocasión.
Años más tarde, mi madre esperaba a la tarde del 23 de Abril o al fin de semana más cercano para llevarnos a mi hermano y a mí de librerías. Yo no devoraría libros como lo hago si no fuera por mi madre. Ahora nos recomendamos libros. Yo le digo cuáles de mis novelones victorianos le pueden gustar y ella me persiguió hasta que me leí Falsa Identidad de Sarah Waters. Que mi propia madre me dé a conocer a Sarah Waters es una buena medida de lo estupenda que es (¿cuántas madres recomiendan a sus hijas novelas de amor de escritoras lesbianas militantes?).
El sábado es el Día del Libro, y yo no voy a estar por aquí un par de días. ¿Qué le puedo recomendar hoy? Pienso en los autores que me gustan, descarto los que ya conoce, y los que no creo que sean de su estilo. Le gustó Caramelo (se lo leyó en español y le gustó tanto que me lo compró en inglés: me tiene malcriada), de una autora chicana que no recuerdo, así que allá van un par de frases de The House on Mango Street de Sandra Cisneros, también chicana:
Siempre nos dijeron que algún día nos mudaríamos a una casa, una casa de verdad que sería nuestra para siempre, y que no nos tendríamos que volver a mudar de año en año. Y nuestra casa tendría agua corriente y las tuberías funcionarían. Y por dentro habría escaleras de verdad, no para llegar a la casa, sino escaleras dentro de la casa, como en la tele. Y tendríamos un sótano y por lo menos tres cuartos de baño, para que cuando fuéramos a bañarnos no tuviéramos que avisar a todo el mundo. La casa sería blanca con árboles alrededor, un patio enorme y césped, pero sin verja. Papa hablaba de esta casa cuando tenía un billete de lotería, y Mama hablaba de la casa cuando nos contaba cuentos antes de ir a dormir.
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My mother has always celebrated Book Day as if it was Christmas, or the birthday of an honorary family member (the library, that is). I have vague memories of Book Days when I was a wee child. My mother finished work about two hours before my brother and me finished school, so she would go shopping, buy loads of books for herself and for us, and when we got home it was just like Christmas morning. My parents never gave us presents outside special occasions, and my birthday is in December, so those books were more special because gifts were so rare.
Years later, my mother would wait until the late afternoon or until the weekend to take my brother and me book-shopping. I wouldnt feed on books the way I do now without my mothers influence. Now we recommend books to each other. I tell her which of my Victorian novels shed enjoy and she kept insisting until I read Sarah Waters Fingersmith, which is a good measure of my moms coolness (how many mothers recommend lesbian authors to their daughters?)
Book Day falls on Saturday this year and Im not going to be around for the next couple of days. What can I recommend her today? I think of the authors I like, take out the ones she knows, and the ones that wouldnt be her style. She likes Chicana writers (she read Caramelo in Spanish translation and got it in English for me, isnt she a love?), so here it goes a little fragment of The House on Mango Street:
Thy always told us that one day we would move into a house, a real house with that would be ours for always so we wouldnt have to move each year. And our house would have running water and pipes that worked. And inside it would have real stairs, not hallway stairs, but stairs inside like houses on TV. And wed have a basement and at least three washrooms so when we took a bath we wouldnt have to tell everybody. Our house would be white with trees around it, a great big yard and grass growing without a fence. This was the house Papa talked about when he held a lottery ticket and this was the house Mama dreamed up in the stories she told us before we went to bed.
Mi madre siempre ha celebrado el día del libro como si fuera Navidad o el cumpleaños de un miembro honorario de la familia (la biblioteca, claro). Tengo recuerdos borrosos de Días del Libro cuando yo era muy, muy chica. Como mi madre salía del trabajo un par de horas antes de que mi hermano y yo saliéramos del colegio, iba al centro, compraba libros para ella y para nosotros, y al llegar a casa a comer era como una mañana de Reyes. Mis padres no nos hacían regalos fuera de ocasiones señaladas, y mi cumpleaños es casi en Navidad, así que esos libros eran aún más especiales por lo extraordinario de la ocasión.
Años más tarde, mi madre esperaba a la tarde del 23 de Abril o al fin de semana más cercano para llevarnos a mi hermano y a mí de librerías. Yo no devoraría libros como lo hago si no fuera por mi madre. Ahora nos recomendamos libros. Yo le digo cuáles de mis novelones victorianos le pueden gustar y ella me persiguió hasta que me leí Falsa Identidad de Sarah Waters. Que mi propia madre me dé a conocer a Sarah Waters es una buena medida de lo estupenda que es (¿cuántas madres recomiendan a sus hijas novelas de amor de escritoras lesbianas militantes?).
El sábado es el Día del Libro, y yo no voy a estar por aquí un par de días. ¿Qué le puedo recomendar hoy? Pienso en los autores que me gustan, descarto los que ya conoce, y los que no creo que sean de su estilo. Le gustó Caramelo (se lo leyó en español y le gustó tanto que me lo compró en inglés: me tiene malcriada), de una autora chicana que no recuerdo, así que allá van un par de frases de The House on Mango Street de Sandra Cisneros, también chicana:
Siempre nos dijeron que algún día nos mudaríamos a una casa, una casa de verdad que sería nuestra para siempre, y que no nos tendríamos que volver a mudar de año en año. Y nuestra casa tendría agua corriente y las tuberías funcionarían. Y por dentro habría escaleras de verdad, no para llegar a la casa, sino escaleras dentro de la casa, como en la tele. Y tendríamos un sótano y por lo menos tres cuartos de baño, para que cuando fuéramos a bañarnos no tuviéramos que avisar a todo el mundo. La casa sería blanca con árboles alrededor, un patio enorme y césped, pero sin verja. Papa hablaba de esta casa cuando tenía un billete de lotería, y Mama hablaba de la casa cuando nos contaba cuentos antes de ir a dormir.
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My mother has always celebrated Book Day as if it was Christmas, or the birthday of an honorary family member (the library, that is). I have vague memories of Book Days when I was a wee child. My mother finished work about two hours before my brother and me finished school, so she would go shopping, buy loads of books for herself and for us, and when we got home it was just like Christmas morning. My parents never gave us presents outside special occasions, and my birthday is in December, so those books were more special because gifts were so rare.
Years later, my mother would wait until the late afternoon or until the weekend to take my brother and me book-shopping. I wouldnt feed on books the way I do now without my mothers influence. Now we recommend books to each other. I tell her which of my Victorian novels shed enjoy and she kept insisting until I read Sarah Waters Fingersmith, which is a good measure of my moms coolness (how many mothers recommend lesbian authors to their daughters?)
Book Day falls on Saturday this year and Im not going to be around for the next couple of days. What can I recommend her today? I think of the authors I like, take out the ones she knows, and the ones that wouldnt be her style. She likes Chicana writers (she read Caramelo in Spanish translation and got it in English for me, isnt she a love?), so here it goes a little fragment of The House on Mango Street:
Thy always told us that one day we would move into a house, a real house with that would be ours for always so we wouldnt have to move each year. And our house would have running water and pipes that worked. And inside it would have real stairs, not hallway stairs, but stairs inside like houses on TV. And wed have a basement and at least three washrooms so when we took a bath we wouldnt have to tell everybody. Our house would be white with trees around it, a great big yard and grass growing without a fence. This was the house Papa talked about when he held a lottery ticket and this was the house Mama dreamed up in the stories she told us before we went to bed.
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