¡Ah, la luna!
I have to say this in Spanish because it really doesn't translate.
Pues nada, sábado por la noche y he quedado en la Alameda (!). Aparco donde puedo y según salgo del coche, veo a un tío mayor y canijo, de pinta arrastrada. ¿Yonqui? Da igual, el caso es que está gritando "¡la luna, la luna!" como si fuera suya y la hubiese perdido. Pufff... aprieto el paso y me imagino invisible.
La calle es larga y bien iluminada. Hacia el final, otro hombre más joven, y de pinta más arrastrada que el anterior dice
"Cachin la má! Cachin la má!"
Patea el suelo y mira al infinito. Me ve, se levanta, (hoy no es mi día), y me pregunta:
"Perdona, ¿Has visto a una perrita blanca? "
"¿Luna?"
"Sí".
La que se queda blanca soy yo. No eran yonquis con alucinaciones: habían perdido a la perrita que se había cruzado delante de mi coche un minuto antes. Porque claro, todas las perritas blancas y pequeñas se llaman Luna. Espero que la encontraran, los pobres.
0 comentarios